Aguas y rutas de un bestiario

El erizo marino y sus hechizos

La maga se llama a sí misma “La bruja de la llanura”. Sin llanos y sin mar, vende hechizos para todos los males. Argumenta sobre la naturaleza mágica y prodigiosa del símbolo en la estrella de cinco puntas, dizque procede del pensamiento mágico prehistórico, época de erizos de mar fósiles. Esqueletos fascinantes que poseen virtudes extraordinarias que benefician a los humanos cuando saben apropiarse de ellas. 

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A red slate pencil urchin (Heterocentrotus mammillatus) on a coral reef on the island of Hawaii
CC BY-SA 3.0 -https://es.wikipedia.org/wiki/Echinoidea#/media/Archivo:Heterocentrotus_mammillatus_in_situ_from_Hawaii.JPG
File:Heterocentrotus mammillatus in situ from Hawaii.JPG
Creado el: 31 de agosto de 2009
Ubicación: 19° 58′ 49,33″ N, 155° 49′ 46,82″ W

Ante mi actitud incrédula replica, los cuatro fundamentos que debemos tener los brujos son: inteligencia esclarecida por el estudio, audacia sin límites, voluntad inquebrantable y discreción incorruptible. Cuatro son mis senderos. Me aconsejó que al inicio, creyera y me apoyara con el libro de las sombras, el libro espejo, el libro de los sueños y otros.

Falso erizo de fuego

Desde la antigüedad y hacia tiempos modernos, estos restos de erizos son símbolos de protección y en algunos hechizos está el polvo del mismo fósil.

El erizo marino en el arte y los poemas.

Recurrí a los dibujos científicos de Marie Joelle Giraud, prefiero el erizo en sus dibujos, con su magia pensé el poema y lo escribí. Puedes consultar sus dibujos en sus enlaces de ilustración científica y divulgativa.

AL ERIZO DE MARIE

Te estrellaste en la mar

Fuiste una rodajita de estrella sideral
o algún disco que graba canción y sentimiento
en la elipse sagrada de una constelación ignota.
.

En una tarde de agua tibia,
bañabas a una doncella desnuda de pieles temerosas,
tu cuerpo de espinas pululantes la miraba,
tu ojo profundo y mago la percibía sola en la lluvia,
con todas tus espinas que miran con mil ojos.

La tocaste en un roce con tu placa madrepórica,
solo una caricia con tu eje de simetría,
lleno de sueños sigilosos y olores de pétalos,
y los humores picantes de tu sudoración.

Mientras enloquecían los varones de la isla tras ella.

No la besaste, nadaba y la mirabas
fue solo un mordisquito con tu linterna de Aristóteles,
para darle tu aliento de relámpago de dardo y boca,
con quemante armonía de loco bailarín.

Poros, franjas, círculos de dulzura
le dieron movimiento, fuego, golpes de olas.

Era Kapsis, la mimada de Haas.

Te contemplaba sin cansarse entre el cielo y el mar,
ya no trazaba alegres pasos de la pascola,
ni palmoteaba el fragor, las palmas y los cantos,
solo sabía esperarte en la playa desolada.

En noche de hacocama, nombres en lo más alto
pintaron su señal adentro de la cueva,
virtudes mágicas tronaron con voz sacerdotal:
chooo, chooo, Kapsis.

Sombra destino de naufragio.

La bella Kapsis se aleja nuevamente hacia el mar.
Desde un azul eterno, horas, días embelesada,
luz distante que ilumina las frutas
y ella se fue contigo a una estrella de mar.

La acompañaste al fondo cuando extendió sus piernas,
hermosas y sus brazos. Sueños, latidos de viajera.
Llegó Xtamosbin, la sagrada tortuga marinera,
la diosa de los Serisis, a verla hermosa y pálida.

La señaló con luces de soles, agua de mar en tonos abisales.
Y se quedó contigo, mi bello equinodermo.
Bocado de agua salada del fondo de la vida
con todos tus olores y sabores marinos.

El cuaderno de Marie

Joan Margarit

«Mirabas siempre hacia adelante / como si allí estuviese el mar«, escribía Joan Margarit, poeta y arquitecto español. Como arquitecto, fue catedrático de la Universidad Politécnica de Cataluña (Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona) y participó en la construcción de la Sagrada Familia. Como poeta, escribió en catalán y en español y fue distinguido con el premio Cervantes (2019).

Erizo de mar

Bajo las aguas poco profundas de la costa:
es ahí donde anclo mi armadura.
No segrego ni nácar,
ni perlas: la belleza no me importa,
enlutado guerrero
que, con sus negras lanzas,
se oculta en una grieta de la roca.
Viajar es arriesgado pero a veces me muevo
las espinas haciendo de muletas
y, por torpe, las olas me revuelcan.
En el mar peligroso siempre busco esa roca
de donde no haya de moverme nunca.
Es, mi propia coraza, mi prisión:
una prueba de cómo, si no hay riesgo,
la vida es un fracaso.
Afuera está la luz y canta el mar.
Dentro de mí la sombra: la seguridad.

La canción de Horacio el erizo
Tía Botas – Oficial

Comments

3 respuestas a “Aguas y rutas de un bestiario”

  1. Avatar de azurea20

    Altísima poesía para mí. Disfruto con ella, pero a la vez me intimida su grandeza. Un placer.
    Salud.

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  2. Avatar de guillegalo

    Agradecido con tu estímulo,

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  3. Avatar de POETAS EN LA NOCHE

    Interesante tu entrada, no había visto poemas hechos con tan buen léxico y grandeza de vocabulario, grandes autores que no conocía.
    Gracias, un abrazo 🌷

    Le gusta a 1 persona

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