Desde Agnodice a Irene y Sari, mujeres me mueven el piso

Mujeres. Cada vez más me sorprenden y agrego cada día sus visiones hacia lo que debo aprender. Encuentro sus enseñanzas en el lenguaje de la calle, en los peinados de las negras que enseñan sus caminos desde África a mi país y sus distintivos como hacen los expertos. Las leo por sus investigaciones y experiencias.

Desde mi lectura de “El infinito en un junco” el exitoso libro de Irene Vallejo Moreu, sobre la historia desde la narrativa oral a los libros y las bibliotecas, me asombra el papel de las mujeres en la ciencia y las letras. Desperté a la observación y estudio con ellas. El tiempo agudizó mis percepciones sobre lo que ellas reportan de sus estudios históricos y actuales.  

Esa pista llega a “Identidades trastocadas” donde encuentro orientaciones para un mejor manejo de mis recursos literarios por la investigaciones de María Antonieta Gómez Goyeneche, doctora en literatura comparada y otras yerbas, como lo decía mi tía Etelvina, campesina experta en cuarenta y seis variedades de semillas del cafeto, y cuando niño me narraba los viajes de aquellos granos en la historia cafetera desde África a Chinchiná. Aprendía como buena preguntona de la experiencia de los investigadores en la granja cafetera que antecedió a la Fundación Manuel Mejía.

Por estos días estoy fascinado y concentrado en la vida en mi propio cuerpo a través de lo que me enseña Sari Arponen en su libro ¡Es la microbiota, idiota! Quien, doctora en ciencias biomédicas y experta en observación y seguimiento a lo micro en nuestro organismo, nos orienta hacia mejores estilos de vida.

Agnodice

Regresé al pasado porque no conocía de Agnodice, la primera ginecóloga. https://es.wikipedia.org/wiki/Hagnódica

Agnodice dejó su huella en la historia como la primera doctora, médica y ginecóloga griega. Esta placa que representa a Agnodice trabajando fue excavada en Ostia, Italia. Se le nombra entre las leyendas y realidades del siglo III antes de nuestra era como una mujer que se vestía como hombre por su pasión en la medicina.

Tere Valdecantos, profesora de Matemáticas en el S.I.P.E.P. de Algeciras y responsable de exposiciones de la S.A.E.M. Thales, opina que Agnodice debió ser todo un colectivo. Revela como primer dato de su existencia la Fábula 174 del autor latino Higinio, en el siglo primero antes de nuestra era. https://mujeresconciencia.com/2014/06/25/agnodice-atenas-300-c/

En la antigua Grecia, las mujeres tenían prohibido estudiar medicina hasta que alguien infringió la ley. Nacida en el año 300 a. C., Agnodice se cortó el pelo e ingresó a la escuela de medicina de Alejandría vestida de hombre. Caminaba por las calles de Atenas después de completar su educación médica y escuchó los gritos de una mujer en trabajo de parto. Sin embargo, la mujer no quería que Agnodice la tocara a pesar de que tenía mucho dolor, porque pensó que era un hombre. Agnodice demostró que era una mujer quitándose la ropa sin que nadie la viera y ayudó a la mujer a dar a luz a su bebé.

La historia se extendió entre las mujeres y todas las que estaban enfermas comenzaron a acudir a Agnodice. Los médicos varones se envidian y acusan, a quien pensaban que era un hombre, de seducir a las pacientes. En su juicio, Agnodice se presentó ante el tribunal y demostró que era una mujer. Fue sentenciada a muerte por estudiar la medicina y practicarla como mujer.

Las mujeres se rebelaron ante la sentencia, especialmente las esposas de los jueces que habían dictado la pena de muerte. Algunas decían que, si mataban a Agnodice, irían a la muerte con ella. Incapaces de soportar las presiones de sus esposas y otras mujeres, los jueces levantaron la sentencia de Agnodice y, a partir de entonces, las mujeres pudieron ejercer la medicina, siempre que solo cuidaran de mujeres.

Fuente: FB Women hold half the sky.

Después de este primer éxito, la noticia de las buenas artes de Agnodice -que seguía vestida como hombre para practicar la medicina- se extendió por toda la comunidad femenina. De repente, parecía que los servicios de ese joven médico «masculino» estaban en constante demanda, lo que resultó sospechoso para los hombres de Atenas, que creían que Agnodice de alguna manera estaba seduciendo a sus esposas, hermanas e hijas.

L’histoire d’ Agnodice (Hagnodikè) l’une des premières femmes en médecine

Danielle Isabelle, Extrait vidéo du documentaire :ALEXANDRIE, La Cité du Savoir, axé sur l’histoire d’ Agnodice (Hagnodikè) l’une des premières femmes en médecine


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