Mujeres en tiempo de conflicto

A las mujeres que he conocido en los caminos del conflicto.
Guillegalo

Obra Pictórica Guillermo Gamba L

Con poemas de Gabriela Mistral.

EL FANTASMA

En la dura noche cerrada
o en la húmeda mañana tierna,
sea invierno, sea verano,
esté dormida, esté despierta.

Aquí estoy si acaso me ven,
y lo mismo si no me vieran,
queriendo que abra aquel umbral
y me conozca aquella puerta.

Gabriela Mistral

Años de rojos y azules enfrentados y los poderes en otros
En los conflictos bombarderos

En un turno de mando y ruego,
y sin irme, porque volviera,
con mis sentidos que tantean
sólo este leño de una puerta,

Aquí me ven si es que ellos ven,
y aquí estoy aunque no supieran,
queriendo haber lo que yo había,
que como sangre me sustenta;

En los tiempos del convento
El maltrato de un violento

En país que no es mi país,
en ciudad que ninguno mienta,
junto a casa que no es mi casa,
pero siendo mía una puerta,

Detrás la cual yo puse todo,
yo dejé todo como ciega,
sin traer llave que me conozca
y candado que me obedezca.

Las mujeres forzadas entre violentos
El bombardeo en el club

Aquí me estoy, y yo no supe
que volvería a esta puerta
sin brazo válido, sin mano dura
y sin la voz que mi voz era;

Que guardianes no me verían
ni oiría su oreja sierva,
y sus ojos no entenderían
que soy íntegra y verdadera;

Cuando mataban en la esquina y echaron fuego a mi casa
Despojados de la tierra

Que anduve lejos y que vuelvo
y que yo soy, si hallé la senda,
me sé sus nombres con mi nombre
y entre puertas hallé la puerta,

¡A buscar lo que les dejé
que es mi ración sobre la tierra,
de mí respira y a mí salta,
como un regato, si me encuentra!

Así decía mi marido con su mirada cuando llegó de la trinchera, solo buscaba un enemigo
El hombre mío perdió su mirada tierna
Debimos dejar la pesca, la casa y los espacios comunitarios.

ÍNTIMA

   Tú no oprimas mis manos.
Llegará el duradero
tiempo de reposar con mucho polvo
y sombra en los entretejidos dedos.

   Y dirías: -«No puedo
amarlo, porque ya se desgranaron
como mieses sus dedos».

Me lo mataron, su muerte quedó en mi
El solo vive intenso entre las balas

 Tú no beses mi boca.
Vendrá el instante lleno
de luz menguada, en que estaré sin labios
sobre un mojado suelo.

   Y dirías: -«La amé, pero no puedo
amarla más, ahora que no aspira
el olor de retamas de mi beso».

Volvería la guerra fría

Deja lo malo atrás

Señales del universo en las aves y cicatriz brutal que atrae belleza.

 Y me angustiara oyéndote,
y hablaras loco y ciego,
que mi mano será sobre tu frente
cuando rompan mis dedos,
y bajará sobre tu cara llena
de ansia mi aliento.

   No me toques, por tanto. Mentiría
al decir que te entrego
mi amor en estos brazos extendidos,
en mi boca, en mi cuello,
y tú, al creer que lo bebiste todo,
te engañarías como un niño ciego.

Triste y vacía

Porque mi amor no es sólo esta gavilla
reacia y fatigada de mi cuerpo,
que tiembla entera al roce del cilicio
y que se me rezaga en todo vuelo.

   Es lo que está en el beso, y no es el labio;
lo que rompe la voz, y no es el pecho:
¡es un viento de Dios, que pasa hendiéndome
el gajo de las carnes, volandero!

Gabriela Mistral


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Comments

6 respuestas a “Mujeres en tiempo de conflicto”

  1. Avatar de azurea20

    Ufff¡¡¡ Emociona tu post. Tanto las imágenes como los poemas tocan el corazón y llegan muy adentro. Conmovedor. Un saludo.

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  2. Avatar de guillegalo

    Gracias por tu opinión.

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  3. Avatar de ensondeluz

    Hermoso y fuerte el contenido de este post, Guillermo.

    Sólo tengo una observación: el cartel de Anibal de Tejada que lo encabeza es una obra propagandística de una de las partes de la cruenta guerra civil española, pues demoniza a sus contrincantes de forma sesgada. Puedo decirte que mujeres de mi familia fueron víctimas de aquellos que demonizan a los otros contendientes mediante este cartel.

    En el maltrato a las mujeres, cuando de guerras se trata sabemos bien que las bestias humanas, así como los hombres buenos, no son exclusivos de ninguna de las ideologías que se enfrentan. Las matanzas de Pasto de las que fueron responsables crueles las huestes de Simon Bolivar, por poner un ejemplo de la historia de Colombia, enseñan que a la hora de las masacres de mujeres, hombres, viejos y niños, no hay ideales impolutos.

    Desde las cercanías de la guerra de Putin (un hombre sin «mirada tierna») en la que su imperialismo paranoide mata mujeres, hombres, niños y viejos todos los días,

    te mando un fuerte abrazo.
    Ramón

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  4. Avatar de guillegalo

    Ramón, estas sensaciones y dolores por las locuras de la historia nos unen e identifican. Tomé el cartel sin conocer a su autor, solo porque en mi investigación para mi novela «Ritmo aroma y tiempo de Palacin», encontré el drama de aquellas mujeres, solas y victimizadas, abandonadas y algún hombre que huía dejó tan perdida su identidad que ignoraba de aquella embarazada. Saludos desde Colombia. Agradecido siempre.

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  5. Avatar de azurea20

    Gabriela Mistral una gran poeta.

    Ignoraba tu faceta de pintor. He visto
    alguno de tus post ilustrados con alguna de estas imágenes, pero ignoraba que fueran tuyas. Son magníficas. Enhorabuena.

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  6. Avatar de guillegalo

    Es una técnica que alguna vez usaron cuando construyeron La Alhambra, es madera en chapilla, láminas delgadas que se usan en mueblería especializada, la técnica se llama marquetería y artesanalmente la denominan taracea. En mi caso combina la taracea y agrega valor a partir del diseño, el uso artístico y el manejo de otros materiales: xilotintes, óleos finos y traslúcidos, combinaciones de maderas mucho más escasas. Viví un tiempo de ese arte y exportaba, hasta cuando la vida me dio señales para cambiar a otros tiempos de pasos buenos y malos.

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